“Un país en donde todas las niñas y los niños puedan estudiar; en donde podamos tomar agua del río; en donde las personas sean alegres y vivan en paz; un país libre de violencia y en donde se pueda salir de la casa sin miedo; en donde haya convivencia entre las personas y se cuiden los animales, no haya hambre y recibamos bien a los inmigrantes; un país de todos los colores, en donde la tecnología se use para el bien, todas las basuras se reciclen o se conviertan en abonos, y la ciencia nos permita descubrir cosas fantásticas; en donde se respete a los indígenas y a los afrocolombianos, y haya oportunidades para los campesinos y las personas de bajos recursos; en donde todos tengan los mismos derechos, y los colegios no pongan problema para recibir a niños discapacitados; en donde la educación no se sienta como obligación y todos puedan aprender muchas cosas para lograr lo que quieren hacer en su vida; en donde los pobres y los inmigrantes tengan donde dormir; en donde se logren hallazgos científicos que le sirvan a todo el mundo; en donde todos nos respetemos y se crea en las ideas de los niños y de los adultos”.
Esta es la proclama por una sociedad del conocimiento para la próxima generación de la Misión Internacional de Sabios de Colombia de 2019, que recoge la esencia de la consigna de un país al alcance de los niños del Nobel Gabriel García Márquez. La Misión Internacional de Sabios de 2019 es quizá uno de los hitos más significativos en la historia del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia porque establece una visión colectiva de futuro para la Ciencia, la Tecnología, la Innovación y la Educación para los próximos 20 años.
Si bien la proclama por una sociedad del conocimiento recoge los sueños de los niños, niñas y jóvenes de Colombia, es también un llamado universal que se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. En unas cuantas líneas, la proclama hace un llamado al cumplimiento de los objetivos globales de hambre cero, fin de la pobreza, educación, reducción de las desigualdades, protección del planeta y mejoramiento de las vidas de las personas en todo el mundo.
En este contexto, la Diplomacia Científica emerge como una herramienta de poder blando para que los países movilicen colectivamente las respuestas científicas, tecnológicas e innovadoras que demandan los retos planetarios. La consolidación de sociedades globales de conocimiento, que abran puertas de cooperación internacional y que incidan en la definición de políticas públicas, requieren de modelos de gobernanza sólidos para una Diplomacia Científica para la próxima generación.
En nuestra historia reciente, de manera significativa, se ha venido avanzando en la construcción de una narrativa conjunta alrededor de la importancia de la Diplomacia Científica para nuestros países. Declaraciones, esfuerzos bilaterales y multilaterales, eventos y redes para consolidar agendas de Diplomacia Científica emergen con mayor fuerza en nuestros días. No obstante, estamos en un momento histórico en el que necesitamos pasar de las narrativas a las rutas de acción, de los consensos a los métodos y modelos que orienten la práctica de estrategias de Diplomacia Científica en distintos contextos. Sin acciones concretas, la Diplomacia Científica corre el riesgo de mantenerse inerte en un terreno estéril, sin posibilidades de victorias tangibles.
La práctica de la Diplomacia Científica encuentra mayores dificultades en los sistemas con capacidades científicas y de influencia política incipientes. Al igual que la cooperación científica, la Diplomacia Científica se mueve con mayor facilidad en las sociedades de conocimiento consolidadas, en las comunidades científicas con significativo capital relacional a nivel internacional, que logran que su voz se convierta en ecos de influencia en las instancias políticas de alto nivel en el mundo.
¿Cómo movilizamos una Diplomacia Científica al alcance de todos? Este es el gran reto. Avanzar en la reflexión de la Diplomacia Científica con un enfoque inclusivo es un primer paso. Movilizar estrategias y modelos innovadores para avanzar gradualmente en la maduración de capacidades de los actores para la Diplomacia Científica es, sin duda, un planteamiento que debemos seguir evolucionando.
En la definición de la primera estrategia nacional de Diplomacia Científica de Colombia, por ejemplo, se propuso el establecimiento de nodos de Diplomacia Científica en las fronteras. Las fronteras son regiones geográficas que comparten prioridades y demandas territoriales que muchas veces son ajenas a las prioridades del centro de los países. Resulta estratégico avanzar en una agenda de Diplomacia Científica para las fronteras que, a partir de los arreglos institucionales necesarios y a través de la generación de conocimiento y la labor diplomática, se resuelvan problemáticas territoriales que tienen también incidencia en una escala global. La Diplomacia Científica tiene un gran terreno por ganar en el ámbito subnacional.
Mientras los países priorizan la inclusión de la Diplomacia Científica en la política exterior y se establecen consejeros, agregados y gestores científicos en las misiones diplomáticas; mientras los países avanzan en la instauración de nuevos modelos de gobierno que se asesoren de consejos científicos locales y nacionales para la toma de decisiones de política pública basadas en evidencia científica; es prioritaria la definición de modelos de maduración de capacidades que permitan que los actores de los sistemas diplomáticos y científicos se conviertan en agentes de la Diplomacia Científica.
Los modelos de maduración requieren diagnósticos de capacidades científicas, tecnológicas y de innovación; así como análisis del relacionamiento internacional y de la influencia en los gobiernos para gestionar agendas de Diplomacia Científica graduales y consistentes con las posibilidades. Lo anterior permitirá impulsar iniciativas de fortalecimiento de capacidades, por ejemplo, mediante la definición de políticas y estrategias de formación del capital humano, de seguimiento y monitoreo al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible o de la promoción de nuevas dinámicas de internacionalización que faciliten diálogos entre las misiones diplomáticas y científicas.
Estamos en un momento histórico en el que, con más firmeza, debemos persistir en el fortalecimiento de una gobernanza de la Diplomacia Científica que consolide las sociedades del conocimiento. La vinculación de diversas voces, el reconocimiento de las heterogeneidades de las y los actores y contextos y la práctica de modelos de maduración de capacidades son caminos para lograr una Diplomacia Científica al alcance de todos.
@susanbenavides
For a Science Diplomacy at everyone’s reach
by:
Susan Benavides Trujillo
“A country where all children can study; where we can drink water from the river; where people are happy and live in peace; a country free of violence and where we can leave our home without fear; where there is coexistence among people, where animals are cared for, where there is no hunger and we welcome immigrants; a country of all colors, where technology is used for good, all waste is recycled or turned into fertilizers, and science enable us to discover fantastic things; where the indigenous and Afro-Colombians are respected, and where there are opportunities for peasants and low-income people; where everyone has the same rights, and schools do not have problems to receive disabled children; where education does not feel like an obligation and everyone can learn many things to achieve what they want to do in their lives; where the poor and immigrants have a place to sleep; where scientific discoveries are useful to everyone; where we all respect each other and believe in the ideas of children and adults.”
This is the proclamation of a knowledge society for the next generation of the 2019 International Wisdom Mission of Colombia. It captures the essence of Nobel laureate Gabriel García Márquez’s slogan of a country at reach of children. The 2019 International Wisdom Mission is perhaps one of the most significant milestones in the history of Colombia’s Science, Technology and Innovation System because it establishes a collective vision of the future for Science, Technology, Innovation and Education for the next 20 years.
While this Proclamation for a Knowledge Society captures the dreams of Colombia’s children and youth, it is also a universal call that aligns with the Sustainable Development Goals of the 2030 Agenda. In a few lines, the proclamation calls for the fulfillment of the global goals of zero hunger, ending poverty, education, reducing inequalities, protecting the planet, and improving the lives of people around the world.
In this context, Science Diplomacy rises as a soft power tool for countries to collectively mobilize the scientific, technological and innovative responses demanded by planetary challenges. The consolidation of global knowledge societies, which open doors for international cooperation and influence the definition of policies, requires solid governance models for Science Diplomacy for the next generation.
In our recent history, significant progress has been made in building a joint narrative over the importance of Science Diplomacy for our countries. Declarations, bilateral and multilateral efforts, events and networks to consolidate Science Diplomacy agendas are emerging with greater force nowadays. However, we are in a historical moment in which we need to move from narratives to action paths, from consensus to methods and models that guide the practice of Science Diplomacy strategies in different contexts. Without concrete actions, Science Diplomacy risks remaining inert in a sterile terrain, without the possibility of tangible victories.
The practice of Science Diplomacy encounters greater difficulties in systems with incipient scientific capacities and political influence. Like scientific cooperation, Science Diplomacy moves more easily in consolidated knowledge societies, in scientific communities with significant relational capital at the international level, which manage to make their voice echoes of influence in high-level political bodies in the world.
How to mobilize a Science Diplomacy at everyone’s reach? This is the great challenge. Advancing in the reflection of Science Diplomacy with an inclusive approach is a first step. Mobilizing innovative strategies and models to gradually advance in the maturation of actors’ capacities for Science Diplomacy is an approach that must continue to evolve.
In the definition of the first national strategy for Science Diplomacy in Colombia, for example, the establishment of Science Diplomacy nodes at the borders was proposed. Borders are geographic regions that share priorities and territorial demands that are often different to the priorities of the capital center of the countries. It is strategic to advance a Scientific Diplomacy agenda for borders that, based on the necessary institutional arrangements and through the generation of knowledge and diplomatic work, will solve territorial problems that also have an impact on a global scale. Scientific Diplomacy has a great deal of ground to gain at the subnational level.
While some countries prioritize the inclusion of Science Diplomacy in foreign policy and establish scientific advisors, attachés and managers in diplomatic missions; other countries advance in the establishment of new government models that are advised by local and national scientific councils. This aims to make policy decisions based on scientific evidence; it is a priority to define capacity building models that enable the actors of the diplomatic and scientific systems to become agents of Science Diplomacy.
The maturation models require diagnoses of scientific, technological and innovation capabilities, as well as analysis of international relations and influence on governments in order to manage gradual Science Diplomacy agendas consistent with the possibilities. This will make it possible to promote capacity building initiatives, for example, through the definition of policies and strategies for human capital training, follow-up and monitoring of the Sustainable Development Goals or the promotion of new dynamics of internationalization that facilitate dialogues between diplomatic and scientific missions.
We are at a historic moment in which, with greater resolution, we must persist in strengthening the governance of Science Diplomacy to consolidate knowledge societies. The linking of diverse voices, the recognition of the heterogeneities of actors and contexts and the practice of capacity building models are ways to achieve a Science Diplomacy at the reach of all.
@susanbenavides