La diplomacia científica busca crear alianzas significativas y sostenibles en el tiempo entre actores en la interfaz ciencia, política y relaciones internacionales para la solución a problemas comunes del siglo XXI. Estas relaciones deberían ser lo más provechosas posibles para todas las partes interesadas, teniendo sobre todo un objetivo en común. En América Latina, las redes científicas lideradas por mujeres cada vez están sumando más ejemplos a la creación de alianzas significativas. Esto, teniendo en cuenta la capacidad estudiada de las mujeres para conformar redes y relacionarse estratégicamente. Ante los desafíos globales, es necesario que las niñas y mujeres, que constituyen la mitad de la población mundial, unifiquen sus voces para hablar en nombre de la ciencia. Según un estudio realizado en el año 2019, las mujeres tienden a ser más empáticas y eficaces, así como tienen una facilidad especial para desarrollar relaciones profesionales con otras colegas, fortaleciéndose mutuamente y apoyándose a través del tiempo. Asimismo, el estudio demostró que las mujeres que poseen la capacidad de conformar redes internacionales pueden acceder a nueva información y buenas prácticas, convirtiéndose en líderes de la innovación y buscando el avance para sus organizaciones. Otro punto importante del estudio es que las mujeres mejor relacionadas cuentan con un balance entre competencia y calidez, teniendo la capacidad de construir relaciones de confianza. En contraste, también es importante destacar las barreras múltiples y variadas que presentan las realidades de países científicamente rezagados para que mujeres científicas participen en procesos asociativos y de construcción de comunidad o redes.
Cuando pensamos en la contribución de las mujeres y las niñas al desarrollo científico en la región latinoamericana se nos viene a la mente la cantidad de recursos humanos presentes y futuros que poseemos para crear redes. Se trata de trabajar por la generación actual de mujeres en la ciencia y también apoyar a las que vendrán. Dejándoles estas redes de apoyo y lo más importante la visibilidad de estas extraordinarias mujeres y recordando la frase de la Dra. Linda B. Buck: “Como mujer y científica, espero sinceramente que el haber recibido el Nobel envíe un mensaje a las mujeres y jóvenes de todas partes: las puertas están abiertas para ellas y deben perseguir sus sueños”.
Es responsabilidad de todos y todas abrir el camino entre la ciencia y el género para reducir la brecha existente y que las oportunidades se vuelvan más inclusivas. Se trata de generar espacios de encuentro y no de competencia, de diálogo y no de discusión, de proyectos basados en evidencia científica que complementen un ecosistema de diplomacia científica, generador de políticas públicas, como parte de una estrategia de política exterior de un país. Para ello es necesario educarnos, aprender y crecer. La educación es un derecho de todo ser humano, cuando educas a una niña y a una mujer educas también a toda una nación.
Hoy que celebramos el día de la Niña y la Mujer en la Ciencia, reconocemos las contribuciones para construir redes de mujeres en la interfaz de la ciencia y la diplomacia por parte de la Organización Mundial para las Mujeres en Ciencia para el Mundo en Desarrollo (OWSD) a través de la figura de los capítulos nacionales. El rol de esta organización con presencia global, regional y local es favorecer el relacionamiento entre sus integrantes, mientras enfatiza el desarrollo de las carreras individuales y el impacto que pueden tener estos vínculos en beneficio de su esfuerzo colectivo. También ofrece herramientas desde la diplomacia científica para el posicionamiento de mujeres científicas como agentes de cambio en la región. Que niñas y adolescentes latinoamericanas y caribeñas tengan referentes de mujeres como ellas, que hablan sus idiomas, tienen sus mismos orígenes y que estudian los sistemas biológicos, la tierra y sus fuerzas vivas, el espacio, las estrellas, las sociedades, humanidades y el universo en su conjunto a través de la ciencia, representa oportunidades para que las brechas de género en la investigación científica disminuyan. Ahora que construimos una nueva realidad para el mundo post pandemia, ojalá más sostenible, justa e incluyente, animamos a todas las mujeres de América Latina y el Caribe a ser parte de OWSD llenando sus perfiles en este enlace completamente gratuito y en línea. Sigamos ampliando y fortaleciendo nuestra comunidad.
Women researchers build effective networks: reflections on OWSD’s presence in Latin America to motivate girls and women in science.
By:
Luisa F. Echeverría King, DiploCientifica / OWSD Colombia
Kleinsy Bonilla , DiploCientifica / OWSD Guatemala
Claudia Natalie Widmaier Müller, DiploCientifica / OWSD Uruguay
Linda Lara-Jacobo, DiploCientifica / OWSD México
Karina Aquino, DiploCientifica / OWSD Honduras
Science Diplomacy seeks to create meaningful and sustainable partnerships between actors at the interface of science, policy and international relations for the solution of common problems of the 21st century. These relationships should be as beneficial as possible for all stakeholders, with a common goal above all. In Latin America and the Caribbean, women-led science networks are increasingly adding examples of building meaningful partnerships. This is in view of the studied capacity of women to network and strategically relate to each other. In the face of global challenges, girls and women, who make up half of the world’s population, need to unify their voices to speak up for science. According to a 2019 study, women tend to be more empathetic and effective, and they have a special facility for developing professional relationships with other colleagues, strengthening each other and supporting each other over time. The study also showed that women who have the ability to form international networks can access new information and best practices, becoming leaders of innovation and seeking advancement for their organizations. Another important point of the study is that the best connected women have a balance between competence and warmth, having the ability to build trusting relationships. In contrast, it is also important to highlight the multiple and varied barriers that the realities of scientifically lagging countries present for women scientists to participate in associative and community building processes or networks.
When we think about girls’ and women’s contribution to scientific development in the Latin American region, the amount of present and future human resources we have for networking comes to mind. It is about working for the current generation of women in science and also supporting those to come. Leaving them these support networks and most importantly the visibility of these extraordinary women and remembering the phrase of Dr. Linda B. Buck: “As a woman and a scientist, I sincerely hope that receiving the Nobel Prize sends a message to women and girls everywhere: the doors are open to them and they should pursue their dreams”.
It is everyone’s responsibility to open the way between science and gender in order to reduce the existing gap and make opportunities more inclusive. It is a matter of generating spaces of encounter and not of competition, of dialogue and not of arguing, of projects based on scientific evidence that complement an ecosystem of science diplomacy, generator of public policies, as part of a country’s foreign policy strategy. For this, it is necessary to educate ourselves, learn and grow. Education is a right of every human being, when you educate a girl and a woman you also educate a whole nation.
Today, as we celebrate the Day of Girls and Women in Science, we recognize the contributions to building women’s networks at the interface of science and diplomacy by the Organization for Women in Science for the Developing World (OWSD) through the figure of national chapters. The role of this organization with global, regional and local presence is to foster relationships among its members, while emphasizing the development of individual careers and the impact that these links can have for the benefit of their collective efforts. It also offers tools from science diplomacy for the positioning of women scientists as agents of change in the region. The fact that girls and adolescents in Latin American and the Caribbean have references of women like them, who speak their languages, have their same origins and who study biological systems, the earth and its living forces, space, the stars, societies, humanities and the universe as a whole through science, represents opportunities to reduce the gender gaps in scientific research. As we build a new, hopefully more sustainable, just and inclusive reality for the post-pandemic world, we encourage all women in Latin America and the Caribbean to become part of OWSD by filling out their profiles at this free online link. Let’s continue expanding and strengthening our community.